Cerca del emblemático Umeda Sky Building de Osaka (Japón) se encuentra Craft Beer Base Mother Tree, un local de ambiente acogedor con todo lo que un friki de la cerveza podría soñar: muchos grifos, muchas neveras con referencias de todo el mundo y una cristalera a través de la cual puedes ver dónde Craft Beer Base produce sus cervezas.
Este local, que en octubre celebró su segundo aniversario, fue uno de los lugares que visité hace unos meses durante mi viaje a Japón. Allí tuve la oportunidad de conocer a la responsable y fundadora de Craft Beer Base, Ai Tani, y hablar con ella sobre este proyecto y sobre el sector cervecero japonés.
Tani ha estado en la industria de la cerveza artesana desde los 26 años. Entonces, “todavía era poco conocido en Japón y había poca información”. En este tiempo, ha visto cómo el sector ha evolucionado, participando de manera activa en esa evolución: “Quiero enseñar a la gente en Japón a tener otra actitud hacia la cerveza”.
En torno a 2010 comenzaron a popularizarse en Japón las cervezas artesanas estadounidenses, que introdujeron estilos muy diferentes de los estilos alemanes que ya conocían en el país asiático. “Ese fue el punto que cambió todo”.
“Una buena producción es importante como primer paso; el segundo paso es la distribución, mantener en frío hasta que llega a los locales y restaurantes”, explica. En ese momento, en Japón “no eran conscientes de que esto era tan importante”.
La idea de crear Craft Beer Base llegó cuando la maternidad le hizo replantearse su carrera profesional. Sus horarios como responsable de un bar-restaurante de cerveza belga (Dolphins) eran difíciles de compatibilizar con la vida familiar, pero tenía muy claro que quería seguir en el mundo de la cerveza para cambiarlo y mejorarlo desde dentro.
El clima nipón, con sus altas temperaturas, no es bueno para la cerveza artesana, que no está pasteurizada ni filtrada. Tani quería “hacer algo al respecto para mejorar la distribución”, y así nació Craft Beer Base en 2012. El negocio ha ido creciendo y actualmente cuenta con tres locales en Osaka (Mother Tree, Bud y Branch) y fabrica su propia cerveza. “Queremos hacer buena cerveza y que llegue bien a los consumidores, por eso fabricamos, distribuimos y tenemos locales”.
Cuidar de la cerveza
La filosofía de Craft Beer Base de cuidar de la cerveza en todas sus fases y “construir una relación de confianza entre los consumidores y el sector” está presente en todo lo que hacen. “Quiero que los consumidores beban cerveza, buena cerveza, con una sonrisa”, afirma Tani. Y para eso hay que ir “paso a paso”.
Una parte importante son los eventos con clientes para que conozcan y prueben cervezas de diferentes estilos. “Tenemos muchos tipos de cerveza, pero los consumidores no lo saben”. Por eso, para la fundadora de Craft Beer Base es muy importante “enseñarles qué es la cerveza, no sólo lo que venden las grandes compañías”.
La formación del personal también es clave. De hecho, ella misma ha completado la certificación CBA de evaluación de cerveza. A la hora de producir y de vender, “es muy muy importante saber sobre los detalles de una cerveza” y aprender a detectarlos correctamente.
También es muy consciente de la necesidad que tienen las pequeñas cerveceras de “unirse para crecer”. Por eso, Craft Beer Base mantiene con frecuencia encuentros con otras cerveceras, donde tienen la oportunidad de compartir y colaborar. “Un punto importante es que esto es un negocio, pero quiero mejorar más el segmento de la cerveza artesana”, señala.
Otra de las iniciativas que han puesto en marcha para ayudar a “crear una comunidad local” es el mapa de la cerveza artesana en Osaka. Esta guía comenzó a editarse cuando abrieron el negocio y ya va por su séptima edición. Además de en Craft Beer Base, el mapa se distribuye en los locales que aparecen recogidos en la guía.
Laura
Adicta al lúpulo 